El Centro de Comercio de Concordia cuestionó el cierre de “Lo de Vivi” y advirtió por un clima “hostil para las PYMES”

El Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia difundió un comunicado en el que expresó su “profunda indignación” por el cierre del reconocido restaurante Lo de Vivi, propiedad de la familia Urrutia-González, y advirtió sobre la situación que atraviesan las pequeñas y medianas empresas de la ciudad.

La entidad calificó al episodio como un nuevo “sepelio de una PYME concordiense”, en una ciudad atravesada por “pobreza estructural” y pérdida constante de puestos de trabajo. “Familias enteras se quedan sin sustento de una forma vil e inhumana. ¿La Justicia? Bien, gracias”, cuestionaron.

“No estamos sorprendidos, pero sí indignados”

En el documento señalaron que el cierre del tradicional local gastronómico no fue sorpresivo para el sector, ya que conocían de antemano el conflicto laboral que derivó en la decisión final.

“Esta situación angustiante no solo afecta a los propietarios y a su fiel personal, sino también a la comunidad concordiense en su conjunto”, expresaron.

La entidad sostuvo que problemáticas similares se multiplican en todo el país, pero que en Concordia “parece haber una especial inquina hacia quienes tienen la osadía de contratar personal”.

Críticas al sistema laboral y judicial

El Centro de Comercio apuntaron también contra lo que calificó como un sistema laboral “vetusto, más cercano al siglo XX que a las necesidades actuales”, y una aplicación de las leyes que —según interpretan— termina por desalentar la actividad privada.

“La balanza de la Justicia parece diseñada para inclinarse siempre hacia un mismo lado. Ya no se trata solo de sacarle dinero a un empleador: ahora directamente terminan quedándose con su negocio, con el fruto del esfuerzo de toda una vida”, remarcaron.

Además, advirtieron que esta situación también perjudica a “los trabajadores fieles y honestos, que son una abrumadora mayoría”.

“Concordia es una ciudad anti-PYME”

El comunicado sostiene que Concordia “hace décadas es considerada una ciudad hostil al empresariado, a las inversiones productivas y a los generadores de trabajo”. Aseguran que numerosos estudios desaconsejan la radicación de proyectos debido al alto nivel de litigiosidad laboral.

“Hoy Concordia también es una ciudad anti-PYME, donde aves negras se ciernen sobre lo que queda de ellas, preparadas para el golpe final”, afirmaron.

Reclamo por reformas y reglas modernas

Finalmente, el Centro de Comercio llamó a “abandonar prejuicios y dogmas” y reclamó una reforma del sistema laboral y judicial que brinde “reglas acordes al siglo XXI, con un trato justo e igualitario”, además de exigir que “quienes deban aplicarlas estén a la altura de las circunstancias”.

La declaración cierra con un llamado a comprender que la situación afecta “a toda la comunidad”, y que sin condiciones favorables para que las PYMES crezcan, será cada vez más difícil generar empleo de calidad en la ciudad.