lunes 5 de mayo de 2025

Tradición, saber popular y ciencia

¿Por qué se podan los árboles en los meses sin “R”? El saber de las abuelas que aún tiene sentido

De mayo a agosto, sin “erres” en el calendario, muchos jardineros y vecinos respetan un consejo ancestral: no tocar las ramas fuera de temporada. La costumbre tiene más fundamentos de los que parece.

"Los árboles se podan en los meses sin ‘R’", solían repetir las abuelas en patios y jardines, tijera en mano. Una frase que parecía un simple recordatorio mnemotécnico, pero que esconde una sabiduría transmitida de generación en generación y que coincide con los consejos de los expertos en botánica y agronomía.

En el hemisferio sur, esos meses sin "r" —mayo, junio, julio y agosto— coinciden con el otoño y el invierno, épocas en que la mayoría de los árboles de hoja caduca entra en reposo vegetativo. Es decir: dejan de crecer, bajan su actividad celular y se preparan para resistir el frío. En ese estado de pausa natural, la poda resulta menos agresiva, evita sangrados excesivos de savia y permite que la planta cicatrice mejor.

Ventajas de podar en los meses fríos

  • Menor estrés para el árbol: Al estar en reposo, la planta "sufre" menos la poda.

  • Mejor cicatrización: Las heridas se secan más rápido y hay menos riesgo de infecciones por hongos o bacterias.

  • Mayor control de plagas: En invierno, los insectos están menos activos, reduciendo la posibilidad de contagios.

  • Visibilidad de la estructura: Al perder las hojas, es más fácil identificar ramas secas, enfermas o mal orientadas.

  • Impulso al crecimiento: La poda estimula nuevos brotes que, en primavera, crecerán con más fuerza.

“Es una regla práctica, fácil de recordar y con lógica biológica”, explica el ingeniero agrónomo Daniel Suárez, especialista en arbolado urbano. “No sólo se trata de tradición: es también prevención”.

¿Y los árboles de hoja perenne?
Aunque la regla aplica especialmente a los caducifolios (como fresnos, ciruelos o liquidámbares), muchos árboles de hoja perenne también se podan mejor durante el invierno, cuando su metabolismo es más lento.

Eso sí: no todo se puede podar sin saber. Existen técnicas específicas para cada especie y fin —formación, limpieza, reducción o floración—, por lo que siempre es recomendable consultar con especialistas o podadores certificados.