De Gimnasia a la final del Apertura
Eric Ramírez, el concordiense que Maradona rescató del olvido y hoy sueña con el título con Huracán

El concordiense Eric “la Perla” Ramírez estaba relegado en la Reserva de Gimnasia y Esgrima La Plata cuando Diego Armando Maradona asumió como director técnico del primer equipo. Acompañado por Sebastián Méndez, el Diez comenzó su ciclo acercándose a observar entrenamientos del plantel juvenil, entonces dirigido por Mariano Messera. De esa mirada inicial, Maradona se llevó varios nombres. Entre ellos, el del delantero entrerriano.
Ramírez había debutado en Primera en 2015 con Pedro Troglio, pero cuatro años después su carrera parecía estancada. Un breve préstamo a Quilmes no había dado resultados y su lugar era la Reserva. Hasta que apareció Maradona, quien lo adoptó como uno de sus jugadores fetiche. "Todo esto que estoy viviendo ahora es gracias a él, que me vio cuando no jugaba. Estoy muy agradecido y siempre lo tengo presente", declaró tras la semifinal en la que Huracán eliminó a Independiente por penales.
Este domingo, Ramírez jugará con el Globo la final del Torneo Apertura ante Platense. Y en la antesala de ese partido decisivo, no puede evitar recordar a quien lo rescató del ostracismo y marcó su carrera: “Diego es el mejor del mundo. Me cobijó, me aconsejó y me hizo feliz. A mí, a mi familia, a mis padres, a mi hermano. Lo recordamos muy bien”.
Pero el vínculo entre el ídolo y el atacante no fue solamente futbolístico. Hubo entre ellos una conexión casi simbiótica. Maradona lo llamaba por videollamada, se interesaba por su vida personal y hasta copió su corte de pelo. La historia fue revelada por el propio Ramírez: “Ya estábamos de vacaciones, yo me iba para Entre Ríos, y Diego me hace una videollamada preguntándome cómo estaba. Y de repente me muestra que se había hecho la línea al costado igual que yo. Me quedé sin palabras. Estaba muy feliz él, y yo, ni hablar”.
Esa cercanía era típica de Maradona cuando encontraba una sintonía especial. Lo mismo hizo con otros jugadores de su ciclo en Gimnasia: Fatura Broun, Lucas Licht, el juvenil Patricio Monti. Pero con Ramírez, oriundo de Concordia, la conexión fue distinta. “Era como un padre para mí. Me hacía bien tenerlo cerca. Se extraña en el día a día. Soy un agradecido”, reconoció.
Ramírez acumuló 174 partidos y 25 goles en Gimnasia antes de continuar su carrera en Huracán. En una de sus celebraciones más emotivas, mostró una remera con la imagen de un abrazo con Diego. Hoy, con 28 años, está a un paso de consagrarse con el equipo de Parque Patricios. La final se jugará en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Y seguramente, antes del pitazo inicial, Eric alzará los ojos al cielo para dedicarle el momento a su mentor.
“Todo esto es por él”, insiste. La Perla concordiense, que supo brillar gracias al ojo clínico y al corazón generoso de Diego.