lunes 21 de julio de 2025

Otra suba que golpea el bolsillo

Nuevo aumento de YPF: la nafta ya supera los $1.500 en Concordia y crece el malestar

Desde el domingo 20 de julio, YPF volvió a aplicar un incremento del 2,5% promedio en los combustibles. Con este nuevo golpe al bolsillo, llenar el tanque es un lujo. En Concordia, la nafta premium ya supera los $1.500.
21/07/2025

En medio de la crisis económica y con sueldos que no alcanzan, la petrolera de mayoría estatal YPF aplicó un nuevo aumento en los precios de los combustibles. Desde la medianoche del domingo 20 de julio, los valores en las estaciones de servicio volvieron a subir, afectando de lleno a trabajadores, productores y familias que ya vienen haciendo malabares para llegar a fin de mes.

Este nuevo ajuste —el segundo en lo que va de julio— tiene un promedio del 2,5% y se aplica en todo el país, en el marco de lo que la empresa denomina su “nueva política de precios dinámicos”.

La pizarra en Concordia: los precios actualizados

Nafta Súper: $1.333

Nafta Premium (Infinia): $1.530

Diésel común: $1.368

Infinia Diésel: $1.536

Con estos valores, llenar un tanque supera los 60 mil pesos, una cifra que deja afuera a cada vez más trabajadores y pequeños productores del acceso básico al combustible.

¿Por qué suben otra vez?

Según informó YPF en un comunicado, la decisión se debe al "seguimiento permanente de los precios variables que impactan en los costos de producción, especialmente el precio del crudo". Pero en la calle la realidad es otra: cada aumento significa menos movilidad, menos producción y más ajuste para el pueblo trabajador.

La empresa explicó que esta política de aumentos graduales se basa en un sistema de monitoreo en tiempo real, que les permite ajustar precios según región, hora del día y niveles de demanda, algo que ya genera preocupación por posibles desigualdades y especulación.

Un modelo de país que se discute en el surtidor

La suba de los combustibles no es un dato menor: impacta en toda la cadena de precios, desde el transporte hasta la comida. Y cuando el Estado se corre, los que pagan el costo son los mismos de siempre.

Con los combustibles por las nubes, el reclamo crece en las calles: ¿quién piensa en los que laburan? Mientras tanto, llenar el tanque ya se convirtió en un lujo.