Desvío de fondos y direccionamiento de compras
Escándalo por comedores escolares: un audio revela vínculos de la exfuncionaria con empresario proveedor
La investigación por presunto desvío de fondos en el sistema de comedores escolares del departamento Concordia suma nuevos elementos que comprometen no solo a la exfuncionaria provincial Silvina Murúa, sino también a un esquema de proveedores vinculados entre sí. Según auditorías realizadas entre marzo y abril de este año, se habrían detectado irregularidades por al menos 66 millones de pesos, correspondientes a compras que no se habrían concretado, faltantes de alimentos y manejo discrecional de fondos públicos.
Murúa, designada en 2024 por el gobernador Rogelio Frigerio, fue desplazada tras los primeros hallazgos. Sin embargo, la trama que ahora sale a la luz muestra una red más amplia. En el centro aparecen dos empresarios —padre e hijo— quienes concentran contrataciones millonarias con el Estado.
Contratos millonarios con dos empresas familiares
La empresa “Ahora Voy SRL”, creada por Iñaki Partarrié, un joven ingeniero industrial egresado en Santa Fe, se convirtió de manera vertiginosa en uno de los principales proveedores de alimentos frescos para comedores escolares en Concordia. Constituida formalmente en septiembre de 2023, en menos de un año ya facturó cerca de 90 millones de pesos, principalmente por contratos adjudicados vía “concursos de precios”.
En paralelo, su padre, Martín Partarrié, es titular de Partarrié Distribuciones SAS, otra firma con importantes contratos en la órbita municipal. Solo en el último año y medio, esta empresa facturó más de 400 millones de pesos por provisión de alimentos secos a los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), dependientes de la Secretaría de Desarrollo Humano.
Un audio filtrado que revela tensiones internas
El caso tomó un nuevo giro tras la filtración de un audio, que según fuentes judiciales, correspondería a una conversación entre Murúa e Iñaki Partarrié. En el intercambio, la exfuncionaria reclama por fajos de billetes incompletos, supuestamente destinados a pagar una fiesta. La conversación sugiere que el dinero habría sido entregado por Partarrié hijo y preparado por su padre.
—“No hubo un toquito, Iñaki, que haya venido de 100. Todos vinieron de 80” —reclama Murúa.
—“Bueno, tu papá te está cagando mal” —agrega, en referencia a los fajos faltantes.
Aunque el audio deberá ser sometido a peritajes para confirmar su validez y contexto, plantea un posible esquema informal de manejo de dinero entre funcionarios y proveedores. El contenido, ya en manos de autoridades provinciales, sería una pieza clave en la causa.
Manejo discrecional y presiones en las escuelas
Durante su gestión, Murúa también fue señalada por directivos escolares y personal docente, quienes denunciaron —incluso mediante cartas documento— haber sido forzados a entregar las tarjetas SIDECREER con las que debían realizar las compras de alimentos. Esas tarjetas, que contienen fondos públicos provinciales, habrían sido utilizadas por personas designadas por la Coordinación, quienes direccionaban los gastos hacia determinados proveedores.
Además, se registraron faltantes reiterados de mercadería, problemas en las rendiciones y un clima de presión sobre docentes y cocineros, algunos de los cuales fueron desplazados sin fundamentos.
La lupa sobre las contrataciones y lo que viene
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano confirmaron que toda la documentación fue elevada al Fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, y que no se descarta una denuncia penal. Por su parte, fuentes cercanas al gobierno provincial adelantaron que podrían tomarse medidas más drásticas en los próximos días, tanto en el ámbito judicial como en la esfera administrativa.
Con la investigación en curso, la figura de Silvina Murúa queda cada vez más comprometida, mientras que el rol de los empresarios Partarrié empieza a ser foco de las pesquisas. El caso ya se transformó en uno de los mayores escándalos de gestión pública del año en Concordia.
Fuente: Diario Junio