APINTA denuncia el fin del modelo federal y participativo
El Gobierno oficializó la transformación del INTA y el gremio APINTA lanza un plan de lucha
El Gobierno nacional publicó este martes 8 de julio el decreto 462/2025, que establece la transformación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en un organismo desconcentrado, dependiente directamente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía.
La medida forma parte de una reestructuración más amplia impulsada por el Ejecutivo nacional en el marco del proceso de reforma del Estado. En su artículo 59, el decreto dispone el cambio de estatus jurídico del INTA y elimina su actual esquema de gobierno colegiado, reemplazándolo por una conducción centralizada encabezada por un presidente con rango de secretario, designado directamente por el Poder Ejecutivo.
Frente a este escenario, el gremio APINTA, que representa a los trabajadores del organismo, anunció un plan de acción inmediata, que incluye asambleas en las Estaciones Experimentales Agropecuarias, una conferencia de prensa con autoridades, CGT y entidades productivas, y el inicio de gestiones políticas y jurídicas para derogar el decreto.
Desde el sindicato se sostiene que el decreto "acaba con el INTA federal y participativo", eliminando figuras clave como el Consejo Directivo Nacional y los Consejos Regionales de Investigación y del CNIA. Para APINTA, estas modificaciones implican la concentración del poder de decisión en una única figura, lo cual —según denuncian— habilitaría el uso discrecional de los fondos y el avance sobre el patrimonio del organismo.
En un comunicado oficial, APINTA advirtió que la nueva conducción "no contempla la función de extensión rural" y que está en marcha un proyecto para cerrar las 299 agencias de extensión distribuidas en todo el país, afectando gravemente el vínculo territorial con productores.
Además, se alerta sobre la posible disponibilidad de 1.500 trabajadores y trabajadoras, lo que implicaría un recorte sustancial de personal calificado y una merma significativa en la capacidad operativa del instituto.
El decreto también establece la creación de un Consejo Técnico ad honorem que deberá definir los lineamientos científicos del INTA, con representación de la Secretaría de Agricultura y de entidades agropecuarias. Sin embargo, no tendrá poder resolutivo ni funciones de control.
Por su parte, el nuevo INTA tendrá la facultad de determinar qué centros, institutos o estaciones experimentales se consideran "necesarios", lo que abre la puerta a una reorganización estructural del sistema científico-técnico agropecuario nacional.
Desde el gremio, remarcaron que se trata de una “decisión inconsulta que atenta contra 69 años de trayectoria del INTA como organismo modelo en articulación con el sector productivo y la comunidad científica”.
En paralelo, distintos sectores del agro observan con preocupación el posible debilitamiento de una institución clave para la investigación aplicada, la innovación productiva y la vinculación con productores de todo el país, en un contexto de alta incertidumbre institucional.