Egger proyecta a Concordia como hub logístico clave en la Mesopotamia

Con una inversión de 20 millones de dólares financiada íntegramente con capital local, Egger Argentina amplía su capacidad productiva en Concordia y afianza su rol como polo exportador dentro de la región Mesopotámica. La nueva línea de molduras se integra a la estrategia global del grupo austríaco, que eligió a Concordia como su única planta en América Latina y la primera fuera de Europa.

Agustín Fitte, director financiero de Egger Argentina, explicó en una entrevista radial en "Lo Que Queda del día", por Radio Oíd Mortales, que la localización de la planta no fue casual: responde a una combinación de factores clave que convierten a Concordia en un nodo logístico de alto valor para la industria forestal y maderera. “Estamos en el corazón de la cuenca forestal, cerca de los centros de consumo y de exportación. Esa es una ventaja competitiva concreta”, aseguró.

Actualmente, el 98% de la producción de molduras de Egger se exporta a Estados Unidos y Canadá, con proyección de crecimiento. Toda la producción sale desde Concordia por camión hacia el puerto de Zárate, donde se embarca en contenedores. “Hoy no hay alternativas. La infraestructura es limitada, por eso tenemos que ser muy eficientes y flexibles. Cada ineficiencia logística se paga caro”, advirtió Fitte.

El ejecutivo propuso consolidar un enfoque regional integral para mejorar la competitividad logística. “No se trata solo de elegir entre camión, tren o barcaza. Cada producto necesita su solución adecuada. Concordia tiene el potencial de ser un centro neurálgico en la Mesopotamia si se trabaja en una estrategia de centralización y eficiencia”, afirmó.

Además de la logística, Fitte subrayó el valor del talento técnico local como pilar del modelo productivo. El programa de aprendices que Egger desarrolla junto a escuelas técnicas de Concordia permite formar operarios calificados, algunos de los cuales ya trabajan en otras plantas del grupo en el mundo. “El talento se tiene que retener. Hay una inversión enorme en capacitación. La antigüedad promedio en Egger es de 20 años”, destacó.

En un contexto económico donde el costo de mover productos crece y la construcción privada sigue siendo el principal motor del sector, la apuesta de Egger es clara: invertir en capacidad instalada, eficiencia operativa y talento local para ganar competitividad y anticiparse a una reactivación del mercado interno.

“El cambio de una economía financiera a una economía real debería empezar a mostrar resultados. Nosotros nos estamos preparando para cuando eso suceda. Esta inversión fija a Egger y a Concordia como un gran polo exportador de la región”, concluyó.