La caminata solidaria por la discapacidad llegó a Casa Rosada y aún esperan ser recibidos

Después de caminar durante seis días consecutivos, Gilda Marcela Kriscovich, Daniel Miñon y Jesús Benera arribaron este martes a la Casa Rosada, en la ciudad de Buenos Aires, como parte de una caminata solidaria para visibilizar la grave crisis que atraviesa el sector de la discapacidad en Argentina.

Sin embargo, pese al esfuerzo y la repercusión del reclamo, ninguna autoridad nacional los ha recibido hasta el momento.

Una caminata con un fuerte reclamo social

Evangelina Moix, profesora de Educación Especial y vocera del grupo, detalló que los caminantes llegaron primero a la Superintendencia de Salud, donde entregaron un petitorio, y desde allí marcharon otras tres o cuatro horas hasta Casa Rosada, con la expectativa de ser escuchados por autoridades del Ejecutivo.

“No obstante, en Rosada nadie los recibió”, lamentó Moix, y aseguró que los manifestantes decidieron permanecer allí hasta el mediodía de este miércoles, en busca de una respuesta.

El contenido del reclamo

El eje central del petitorio es el pedido de que no se vete la Ley de Emergencia en Discapacidad, recientemente aprobada por el Congreso. “Es un sector que está muy complicado. Hay obras sociales que deben prestaciones desde el año pasado, centros de día que están cerrando y profesionales que dejan de trabajar porque no pueden sostenerse solo por vocación”, advirtió la vocera.

Además, explicó que el nomenclador nacional, que regula los aranceles del sector, está muy por debajo de la inflación, mientras que “las obras sociales siguen descontando las cuotas a los afiliados, pero no pagan las prestaciones”.

“La situación es desesperante para muchos. El sistema se está cayendo a pedazos”, resumió.

Abandono institucional

Moix también criticó la ausencia total de respuestas por parte de los gobiernos. “Desde que comenzamos esta caminata, nadie se ha puesto en contacto con nosotros. Ningún gobernador, ningún intendente, ni el presidente nos atendieron. Nadie nos recibió”, subrayó con indignación.

El grupo permanecerá frente a Casa Rosada en espera de que alguna autoridad nacional escuche su pedido, mientras la incertidumbre y el desgaste emocional marcan el cierre de una movilización profundamente humana y urgente.