Passadore asumió en Drogas Peligrosas y destacó el rol clave de Concordia en las causas por narcomenudeo

El nuevo jefe de la Dirección Drogas Peligrosas de la Policía de Entre Ríos, Claudio Passadore, trazó los lineamientos de trabajo que profundizará en su gestión y destacó el peso que tuvo Concordia en la investigación del narcomenudeo durante el último año. El funcionario, que venía desempeñándose como subjefe del área, afirmó que el objetivo será “sostener y reforzar” la labor conjunta con las fiscalías especializadas y las departamentales policiales.

En declaraciones a A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Passadore reconoció que encarar esta nueva responsabilidad “es un desafío importante”, pero subrayó que su designación llega luego de un período de fuerte actividad investigativa:
“Se trabajó bastante bien durante este año, con varias causas federales y muchísimas causas por narcomenudeo, no solo en Paraná sino en toda la provincia”.

Concordia, un punto crítico en la lucha contra el narcomenudeo

En este contexto, Passadore remarcó que Concordia fue una de las ciudades con mayor volumen de intervenciones:
“Concordia se destacó por la gran cantidad de causas de narcomenudeo que se llevaron adelante con la Fiscalía especializada a cargo de Fabio Zabaleta y todo el equipo de Drogas Peligrosas Concordia y de la Departamental”.

Según explicó, los llamados de los vecinos y las denuncias anónimas siguen siendo una de las herramientas centrales para detectar kioscos de droga instalados en barrios, muchas veces encubiertos bajo la fachada de pequeños comercios.

“Las denuncias son permanentes. Cuando en un barrio se instala un kiosco de droga, los vecinos se alertan enseguida y se comunican. Eso dispara las tareas investigativas”, sostuvo. También advirtió que estos puntos de venta suelen generar robos, raterío y balaceras, lo que obliga a respuestas rápidas para evitar que el conflicto escale.

Filtraciones y controles internos

Consultado sobre la posibilidad de filtraciones de información en los operativos, Passadore reconoció que es “una preocupación constante”.
“Uno quiere creer que trabaja con gente honesta, pero a veces sucede por descuidos. Hoy vamos a ajustar todo y trabajar de otra manera internamente, con algunos posibles cambios en el personal”, anticipó.

Puso como ejemplo la causa del clan Latorre, donde hay teléfonos secuestrados que podrían comprometer a personal policial. Algo similar ocurrió en la causa Celis, donde también se investigó la participación de agentes penitenciarios.

De confirmarse irregularidades, dijo Passadore, “se comunicará a Asuntos Internos para las actuaciones administrativas correspondientes”.

Un pendiente: articulación con Salud Mental

El jefe de Drogas Peligrosas también señaló un punto débil en el abordaje provincial: la falta de articulación con áreas de Salud Mental.
“Este año no se ha trabajado directamente con ninguna área de salud mental. Sabemos que cuando hay consumo hay un problema de salud. Nosotros actuamos sobre el lugar de venta, pero esos consumidores necesitan apoyo”, reconoció.

Trabajo conjunto y continuidad operativa

Passadore afirmó estar “más que satisfecho” con lo realizado hasta ahora y dejó claro que la línea de trabajo se mantendrá:
“Hay que seguir trabajando cada vez más, recibir llamados y dar respuestas en los barrios. Es fundamental hacerlo de manera conjunta con Policía Científica, Investigaciones y las departamentales”.

La expectativa, dijo, es sostener la coordinación con fiscales especializados para seguir desbaratando kioscos de droga en distintos puntos de la provincia, con Concordia como uno de los territorios donde se prevé mantener una presencia operativa intensa.